Lo que te interesa saber
acerca del huevo
El huevo es un ingrediente básico en la alimentación, con dos propiedades únicas que lo convierten en un alimento singular: una, la riqueza y concentración en nutrientes; la otra, su escaso aporte calórico, dado que dos huevos (unos 100 gramos sin cáscara) aportan en torno a 141 kcal (menos del 10% del total de calorías para un adulto normal).
Ambas cualidades convierten al huevo en un excelente aliado de la salud, especialmente la de los colectivos más vulnerables, como los ancianos, mujeres embarazadas, niños, personas sometidas a dietas adelgazantes (hipocalóricas) y vegetarianos.
Es casi imposible encontrar un alimento tan rico en proteínas de alta calidad biológica y al mismo tiempo, tan barato. El huevo no contiene hidratos de carbono, la energía que aporta proviene de los lípidos, principalmente ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados (lo que es beneficioso para la salud cardiovascular). El huevo también contiene antioxidantes (Selenio, vitamina E, carotenoides) ácido fólico y colina, necesarios para el buen funcionamiento del organismo.
Fuente: www.huevo.org
Tabla beneficios de sus componentes
Los huevos son una fuente importante de nutrientes para personas de todas las edades y su inclusión en una dieta variada proporciona indudables ventajas nutricionales y sanitarias. Además, su interés puede ser aún mayor en determinadas etapas de la vida o en estados fisiológicos con necesidades especiales.
La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria -SENC- en sus Guías Alimentarias para la Población Española indica que «para un niño, persona de tamaño pequeño, o mediano, o inactiva, podría ser conveniente un consumo de tres a cuatro huevos por semana, mientras que una persona corpulenta, o físicamente activa, podría consumir hasta 7 huevos por semana» en el contexto de una dieta variada y equilibrada.
También la Guía de la Alimentación Saludable recomienda, para la población en general, un consumo de tres a cuatro raciones de huevos por semana (una ración de huevos equivale a unos 100-125 g con cáscara y en peso neto -parte comestible-, serían dos huevos de tamaño mediano, 53-63 g).
Fuente: www.huevo.org
Los huevos contienen vitaminas esenciales que ayudan a mantener nuestra apariencia saludable: El selenio, actúa como un antioxidante que previene la descomposición de los tejidos corporales; la vitamina A, soporta el crecimiento y mantiene saludable la piel, la vista y la función inmunológica.
El huevo tiene colesterol entre sus componentes, porque éste es necesario para la vida y el desarrollo del futuro embrión. En el pasado la creencia de que el colesterol de la dieta era causa de incremento del colesterol en sangre originó recomendaciones generalizadas de reducción del consumo de huevos, que hoy ya no se justifican con argumentos científicos. Múltiples estudios publicados en los últimos años confirman que el consumo de huevos no eleva el riesgo cardiovascular en personas sanas.
El huevo es rico en lecitina, que ayuda a disminuir la absorción intestinal del colesterol reduciendo así el riesgo de enfermedad cardiovascular. Tanto es así, que la Fundación Española del Corazón no considera necesario restringir el consumo de huevos en la dieta de las personas sanas.
Según las más recientes recomendaciones, el consumo de hasta un huevo por día no supone factor de riesgo alguno en personas sanas con una dieta variada y un estilo de vida saludable.
El huevo pertenece a ese grupo de alimentos que hacen de la dieta Mediterránea una dieta tan saludable, gracias sobre todo a su alto contenido en proteínas. Un huevo mediano aporta solo unas 85 calorías. La forma de cocinarlo y prepararlo interviene de forma moderada en su contenido calórico. Por ejemplo, un huevo frito con aceite de oliva solo añade algo más de 20 calorías, por tanto, sigue siendo una opción saludable dentro de una dieta equilibrada.
El huevo es proteína natural y como tal su consumo es recomendable para los deportistas porque aportará energía e irá definiendo los músculos. Según el estudio realizado por la Universidad de Missouri (EEUU) los huevos aumentan la sensación de saciedad y nos ayuda a controlar el apetito. Por lo tanto, al sentirnos saciados, comemos menos y no picamos antes de comer, como consecuencia se favorece la pérdida de peso.
Las mujeres tienen requerimientos nutricionales diferentes, fundamentalmente en momentos como el del crecimiento, el embarazo, la lactancia y la menopausia. El huevo es un alimento de gran interés para cubrir necesidades especiales ya que tiene nutrientes esenciales y muy biodisponibles, al tiempo que aporta pocas calorías. Embarazo y lactancia En estas etapas la mujer debe tomar una cantidad algo superior de energía para hacer frente a sus propias necesidades y además para garantizar el correcto desarrollo y crecimiento del feto y la producción de leche. Además, casi todos los nutrientes deben incluirse en la dieta en mayor cantidad en estos momentos.
Colina: El huevo es una muy buena fuente de colina, un nutriente que forma parte de las membranas celulares, sobre todo en las neuronas. Con el consumo de un huevo (125 mg de colina) en niños y niñas en la etapa escolar o dos huevos (250 mg de colina) a partir de los 10 años se cubren más del 50% de las ingestas diarias recomendadas de este nutriente. Este aporte puede ser de gran importancia en las etapas de la vida en la que las necesidades de colina son más elevadas, especialmente en el embarazo, la lactancia y en la edad avanzada.
Vitamina D: Esta vitamina juega un papel fundamental en la formación y el mantenimiento de la masa ósea y para prevenir la osteoporosis en etapas avanzadas de la vida de la mujer. Además recientes estudios señalan que aumentar el aporte de esta vitamina puede implicar beneficios sanitarios como ayudar a prevenir infecciones y alergias, así como enfermedades coronarias, hipertensión, diabetes tipo 1, obesidad, esclerosis múltiple y algunos tipos de cáncer
Hierro: La yema de huevo aporta hierro de forma natural. Las mujeres en edad fértil deben cubrir el hierro perdido durante la menstruación, así como las necesidades adicionales del embarazo y la lactancia para evitar padecer anemia ferropénica por carencia de hierro.
Fuente: Instituto Estudios del Huevo
Durante la niñez y adolescencia se produce un importante crecimiento y desarrollo, lo que hace que las necesidades nutricionales en esta etapa sean altas. El huevo resulta un alimento valioso desde el punto de vista nutricional, porque un porcentaje elevado de niños españoles consume cantidades insuficientes de muchos de los nutrientes que proporciona. De hecho se han detectado deficiencias subclínicas en relación con las vitaminas B1, B2, B6, B12, A, D, E y ácido fólico. También en colina, magnesio, hierro, zinc, yodo y selenio en diversos colectivos de la población española. En este sentido, la ingesta de 1-2 huevos (dependiendo de la edad del niño) puede ayudar a resolver estas situaciones deficitarias. Además, los huevos contienen cantidades apreciables de otros elementos beneficiosos desde el punto de vista cardiovascular, como nutrientes y sustancias antioxidantes y grasas insaturadas. Esto, unido a las evidencias científicas que demuestran que la ingesta moderada de huevos no incrementa el riesgo cardiovascular, justifica la presencia de este alimento en el contexto de una dieta equilibrada, salvo que exista una circunstancia que lo desaconseje, como la alergia al huevo.
Fuente: Instituto de Estudios del Huevo
El huevo es un alimento de fácil masticación y digestión, lo que hace que sea especialmente interesante en la alimentación de las personas mayores, que pueden tener problemas para masticar y tragar. Como tiene un bajo contenido calórico, pero es rico en nutrientes, puede emplearse para enriquecer numerosos platos, como cremas o purés, o en otras preparaciones culinarias (flanes, natillas, etc) altamente apetecibles, y que tienen gran interés en los casos de inapetencia.
Fuente: Instituto de Estudios del Huevo
Seguir una dieta correcta es necesario para mantener la salud. En el caso de los deportistas y personas con actividad física elevada una dieta adecuada es además imprescindible para lograr el máximo rendimiento físico. Las personas físicamente activas tienen mayor gasto de energía, consumo de oxígeno y estrés oxidativo, y como consecuencia del esfuerzo físico sufren un mayor desgaste muscular. Por eso sus necesidades nutricionales son distintas de las de las personas sedentarias, y su dieta debe aportar no solo más energía sino también mayor cantidad y calidad de otros nutrientes.
El huevo es un alimento de gran valor por su elevado contenido de nutrientes esenciales, fáciles de absorber y utilizar, y también sustancias bioactivas con efectos positivos sobre la salud. Incluir huevo en la dieta de cualquier persona, y especialmente en la de aquellas más activas físicamente, aporta claras ventajas nutricionales y sanitarias.
Fuente: Instituto de Estudios del Huevo
Las investigaciones demuestran que la producción de huevos tiene una huella de carbono mucho más baja que la producción de carne de vaca o cerdo. Las gallinas ponedoras emiten una cantidad muy baja de gases tipo invernadero debido a su alta eficacia de alimentación. Los huevos ofrecen una solución socialmente responsable al dilema de cómo alimentar a 9 mil millones de personas utilizando los limitados recursos de nuestro planeta…
Referencia bibliográfica: Abin, Rocio et al. “Environmental assesment of intensive egg production: A Spanish case study” Journal of Cleaner Production 179(160-168) DOI: 10.1016/j.jclepro.2018.01.067 1 de abril de 2018